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                                                                                                                                                                                               POÉTICA DEL ESPACIO

 

La casa es, sin duda alguna, un ser privilegiado, siempre y cuando se considere la casa a la vez en su unidad y su complejidad, tratando de integrar rodos sus valores particulares en un valor fundamental. La casa nos brindará a un tiempo imágenes dispersas y un cuerpo de imágenes. En ambos casos, demostraremos que la imaginación aumenta los valores de la realidad. Una especie de atracción de imágenes concentra a éstas en torno cíe la casa. A través de todos los recuerdos de rodas las casas que nos han albergado, y allende todas las casas que soñamos habitar, ¿puede desprenderse una esencia íntima y concreta que sea una justificación del valor singular de todas nuestras imágenes de intimidad protegida? He aquí el problema central.

                                      Gastón Bachelard 

MI LUGAR DE ORIGEN

 

 

Yen mi país apacentando nubes,

puse en el sur mi corazón,

y alnorte,cual dos aves rapaces,

persiguieronmis ojos,

el rebaño de horizontes.

 

Déjame ya ocultarme en tu recuerdo inmenso,

que me toca y me ciñe como una niebla amante;

y que la tibia tierra de tu carne me añore,

oh isla de alas rosadas, plegadas dulcemente.                                                                                     

 Aurelio Arturo, Morada al Sur

 

 

La transición sucedida entre mi condición de migrante nariñense en Bogotá a motivo de investigación-creación en este maestría, me ha permitido la asociación de muchas fuentes tanto conceptuales, como narrativas, artísticas, objetuales y humanas,en un compilado canalizado a la configuración y sustentación de la andada como práctica artístico-conceptual para el desarrollo de un "desliz" en cuanto a espacialidad y temporalidad presente en el problema del desplazamiento, del cual resultan también algunos aspectos importantes de carácter vital e íntimo de una especie de auto curación de la melancolía y el desarraigo.

                                                     

El poema de Aurelio Arturo: “Morada al Sur”,se convierte en el manantial que refresca mi  tarea de reflexión,situándosedentro de ella como un eje fundador queforjadiferentes caminos de regreso a casa, unos desde una práctica artística y poética, otros desde la vivencia de la lejanía, otros desde el estar allá y acá, en palabras que son las generadoras de un aura poderosa de aquella omnipresente evanescencia que por ejemplo: el profesor James Rodríguez Calle define como un "Cuerpo Solido"que es propio de la voz del yo poético creado por Aurelio Arturo(Calle, 2012, pág. 88)

 

Entonces, la trascendencia del poema en la estructura del proyecto se da a partir de su omnipresencia a partir de la "ausencia"materializada en la analogía de la evocación del regreso a casa con la andada, allí, sin necesidad de desarrollar un trabajo concienzudo que ameritaría muchas más páginas de contenido u otro proyecto independiente de análisis y creación sobre su poema,el, se encarna en cada uno de los párrafos, ideas y obras que componen el proyecto, permitiendo recrear aquel "desliz"en el espacio y el tiempo que componen mi retorno.

 

El anterior juego de analogías propuesto entre mi tierra natal y el poema "Morada al Sur" de Aurelio Arturo, compone por así decirlo la primera puntada del tejido en la estructuración del problema investigativo-creativode este proyecto.

 

Dicho problema viene asociado a la idea de aquel "lugar más íntimo del país" citada por Anna Pagés de Heidegger (2006)aludiendo la tierra natal,como metáfora que resulta valiosa para la composición estructural de cada una de las condiciones unificadas en el viajero, su lugar de destino y su lugar de origen, contrapuestos en temporalidad y espacialidad, que en el caso particular de mi vivencia se representan como estímulos para el planteamiento de posibles formas otrasdeviaje de retorno, circunscritas en la idea de la andada.

 

Mi último viaje de regreso a casa (no digo andada, porque como bien se verá, constituye solo un paso en su desarrollo)difiere de los demás en el sentido de haber sidomotivado más que por razones de visita afectiva y familiar, por un objetivo específicobasadoen la realización de un registro y una práctica de campo investigativa-creativa, enfocada a la recopilación sonora, audiovisual, escrita, objetual y multimedialde unos materiales particulares presentes en el pueblo, los cuales más adelante se convierten en la fuente de consulta central, sobre todo dentro del eje de las voces otras, que junto a los referentes bibliográficos y a mi voz vivencial presentada como la voz del investigador, componen la triangulación anteriormente descrita; dicho entornonataly su integridad de elementos, constituyen también lo que se denomina campo de acción,dondese genera la mayor parte de elementos primordiales para la composición tanto artística y conceptual delos valores que componen el proyecto. 

 

Los motivos de mi último viaje de regreso me permiten además, visualizar por primera vez un conjunto de valores importantes en cuanto a memoria, vivencia y viajes, muy ricos en elementos metafóricos, poéticos, afectivos y humanosque desde antaño han venido acompañando la cotidianidad y la cultura vivida por mis paisanos: personasprovincianas portadoras de una serie de saberes“noconvencionales” aprendidos a lo largo de sus vidas y preservados mediante diferentes formas de transmisiones,que forman parte de sus vidas, tanto en ámbitos de carácter laborales, como de distracción, míticos, rituales, experimentales, religiosos, afectivos, familiares, espirituales, tradicionales, políticos, epistémicos y sociales.

 

Saberes "no convencionales" encarnados en figura de brujos que se desplazan espiritualmente separándose de su materia; inventores de artefactos voladores con los que pretenden desafiar la gravedad; arrieros que cruzan valles y montañas con varias reses a su cargo; peleadores infalibles y valientes que con su machete han escrito historias; guaqueros que siguen la huella de un pasado en busca de objetos perdidos; rezanderas que inician sus viajes espirituales frente a altares atiborrados de santos inmóviles; además de los muchos recuerdos colectivos de nuestras propias experiencias familiares, casi invisibles en nuestro contexto y que al ser desempolvados para los fines de este proyecto permitieron ver el valor que representan como objetos que nos mantienen tejidos, dentro de la fuente esencial para pensar y configurar desde el campo del arte, nociones más claras de memorias, tejidos y corporeidad.

 

Ahora bien, el regreso a la tierra natal como acción enmarcada en la andada, presupone algunas interferencias que se disuelven en condiciones y circunstancias nebulosas en el sentido de memoria, retorno, y una proximidad que se articula  desde y por medio de la lejanía, porque, si bien es cierto y tal como lo expone Ana Pagés, “el viaje al extranjero es una condición esencial para que se cumpla el retorno al país, retorno que le hace entrar en la ley propia de su canto poético pensar en el país que se dejo atrás es una modalidad de la nostalgia, del sentimiento hacia el pasado”(Páges, 2006, pág. 77)pagina. El sentimiento hacia lo pasado, hacia a lo irrepetible e irrecuperable "lo desconocido en los más familiar, lo más cercano en lo más extraño. El tiempo de regresar es el tiempo de salir de viaje... para volver a buscar el secreto imprevisible, insospechado"(Páges, 2006, pág. 71). Hay que estar lejos para poder regresar, llegar a un punto de residencia diferente que permita pensar y sentir el lugar origen como ausente, ser residente en otras tierras, emplazarse, solo as{}í el regreso se convierte en una posibilidad de reconstitución de lo dejado y la memoria constituye unaherramienta vital para la rememoración como búsqueda del recuerdo en viaje subjetivo "como un desliz en el espacio y el tiempo"(Páges, 2006, pág. 67)

 

Mi estancia en la ciudad de Bogotá, no puede ser presentada como experiencia forzada, y menos como una experiencia negativa, pues tras mi emplazamiento en ella han venido una sinnúmero de relaciones posibles con entornos tanto de ámbitos académicos, como comerciales, tecnológicos, sociales, humanos, interdisciplinares y urbanos, que han enriquecido mis maneras de ver la lejanía y de asociar aquellos otros lugares que componen mi cartografía, la lejanía y las ausencias; esta ciudad es sin duda alguna la madre sustituta que nutre nuevas conexiones, condiciones y perspectivas o “lentes”, con las que progresivamente he aprendido a visualizar dos lugares; en este sentido valga presentar el fragmento de una columna que escribe el académico Pablo Sanabria sobre su regreso a la ciudad de Bogotá y sobre su perspectiva después de 10 años de ires y venires a una ciudad que adopta hijos provenientes de muchas regiones del país, él dice:

 

“Y ese ir y volver me ha permitido ver las cosas desde cierta perspectiva, lejos de la de buena parte de los habitantes de esta ciudad, que están convencidos de que sus problemas son tan únicos y tan terribles que no paran de mirarse su ombligo bogotano y gritar a los cuatro vientos que su ombligo es diferente. Arranco por una definición: bogotano no es solo el que nace aquí, bogotano incluye nacidos e hijos adoptados (bogoteños, en buen caleño o paisa) recibidos con los brazos abiertos por esta ciudad, que es como una de esas matronas que siempre tiene lugar y comida para todos en su casa. Una madre a la que pocos, nacidos y no nacidos, parece agradecerle su afecto”.(Sanabria, 2013)

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